12 Jun

Funcionalidad gastrointestinal en producción y salud animal:
Nuevas oportunidades para una producción animal más sostenible

 

La salud y una buena funcionalidad del tracto gastrointestinal (GI) son factores clave que determinan el rendimiento y son esenciales para una producción animal sostenible.

Existen numerosos y complejos mecanismos que forman parte de la regulación de la funcionalidad gastrointestinal y la salud, por lo que resulta crucial profundizar nuestro conocimiento sobre estas interacciones y a partir de ahí poder desarrollar estrategias que nos ayuden a modularla siempre en el contexto de seguir mejorando el bienestar y el rendimiento de nuestros animales.

 

Funcionalidad gastrointestinal

Podemos definir la funcionalidad gastrointestinal como “entorno estable entre el microbioma y el tracto gastrointestinal, en el que existe un equilibrio simbiótico y donde el bienestar y el rendimiento del animal no están limitados por la disfunción intestinal”.

 

Composición de la dieta y funcionalidad gastrointestinal

Existen numerosos factores que tienen un impacto negativo sobre la funcionalidad gastrointestintal y la salud, como pueden ser ciertos tipos de fibra en las materias primas, inhibidores de tripsina, fitatos, lectinas, proteína no digestible en la parte distal del tracto, presencia de micotoxinas, microorganismos patógenos, dietas que no aportan la relación adecuada de nutrientes, estrés por temperaturas, mala calidad de agua, algunos tipos de programas vacunales, entre otros.

 

La fracción de la fibra de los piensos, también conocida como fibra dietética, engloba a una fracción heterogénea de diferentes composiciones químicas y con distintas propiedades físicas. La fibra dietética incluye paredes celulares, polisacáridos no amiláceos (PNA) y lignina. La fibra dietética tiene un papel clave en la compleja interacción entre la dieta, las enzimas endógenas y, por supuesto, la funcionalidad gastrointestinal.

 

Digestión efectiva y absorción de nutrientes

La principal función del tracto gastrointestinal es la digestión y absorción de los nutrientes del pienso, manteniendo un equilibrio de fluidos y balance electrolítico, así como la eliminación de productos de desecho.

El papel del aporte de ingredientes como las enzimas en la mejora de los valores productivos es indiscutible: favorecen la mejora del rendimiento de los animales al hidrolizar los distintos sustratos que se encuentran en el pienso y que las enzimas endógenas secretadas por los animales son sólo capaces de degradar de forma muy limitada. De esta manera, se produce una liberación de los nutrientes y el animal puede absorberlos adecuadamente. Además, hay que destacar la eliminación de los anteriormente mencionados factores antinutricionales presentes en las materias primas.

 

Estado inmunitario efectivo

La composición de la dieta puede modificar la composición de la microbiota y el metabolismo que regula la producción de péptidos antimicrobianos que pueden interferir en el crecimiento y la adhesión de los patógenos. La dieta también puede tener un efecto local y sistémico sobre la función inmunitaria por una activación local de las células inmunitarias o promoviendo la migración de células inmunitarias a nivel sanguíneo. Existen numerosos ingredientes nutricionales que han mostrado un efecto positivo sobre la mejora de la respuesta inmunitaria, la reducción de la carga de microorganismos patógenos en el tracto gastrointestinal, la promoción de una colonización del tracto GI con bacterias beneficiosas y la estimulación de la digestión y absorción de nutrientes, todo ello aspectos clave que van a influir también de forma directa sobre el rendimiento de los animales.

 

Existen evidencias de que el tracto gastrointestinal interactúa y se comunica con la microbiota que favorece la digestión por su capacidad enzimática; que el intestino es capaz de regular su función de barrera tanto de tipo mecánico, humoral, muscular, neurológico e inmunológico y que el tracto gastrointestinal es capaz de transmitir información como la ingesta de energía, entre otros, al sistema nervioso central a través del nervio vago y las hormonas.

 

¿Quieres saber más? Adjunto podrás encontrar el artículo original completo
de Celi et al. (2017), “Gastrointestinal functionality in animal nutrition and health: new opportunities for sustainable animal production”, publicado en la revista Animal Feed Science and Technology.

http://dx.doi.org/10.1016/j.anifeedsci.2017.09.012

 

 

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