04 Dic

La nueva era del Bienestar Animal en la producción porcina

El sector porcino debe compatibilizar la rentabilidad y la productividad con las exigencias de los consumidores y la nueva normativa sobre Bienestar Animal.

¿Está el sector porcino preparado? 

Sin duda, estamos preparados para el futuro, hoy más que nunca. Para ello, el sector tiene que enfrentarse a los retos que propone tanto la legislación como la sociedad y mercados.

El Bienestar Animal se ha convertido en un pilar importante de la producción sostenible y está muy relacionado con otros aspectos importantes de la producción como la salud animal, productividad, seguridad alimentaria, calidad y eficiencia de los alimentos.

La demanda de productos respetuosos con el animal aumenta a medida que crece la conciencia pública y la percepción sobre los sistemas de producción. Además, el bienestar no es solo una cuestión de ética, sino también una herramienta esencial para acceder y mantenerse competitivo en los mercados.

A corto plazo, nos enfrentamos al reto de la adecuada y completa implementación de la legislación recogida en la Directiva 2008/120/CE del Consejo de 18 de diciembre de 2008 relativa a las normas mínimas para la protección de cerdos.

Su implementación por todos los Estados Miembros permite el establecimiento de un mercado armonizado de tal forma que todos los productos puedan circular libremente por su territorio.

 

El reto de la prohibición del raboteo rutinario

Actualmente, el principal desafío del sector porcino en materia de Bienestar Animal es la prohibición de realizar el raboteo de manera rutinaria sin que aumenten los problemas de la caudofagia o mordedura de colas.

El raboteo o corte de cola en lechones es la práctica habitual en la mayoría de los Estados Miembros para prevenir la caudofagia. Dicha práctica, sin embargo, resulta discutible por varias razones:

 La amputación de la cola provoca dolor agudo y da lugar a la formación de neuromas que, a su vez, causan muy probablemente dolor crónico en los animales.

 Algunos autores sugieren que el raboteo es menos eficaz de lo que habitualmente se piensa y que, en realidad, no disminuye la incidencia de caudofagia de manera importante.

Un estudio realizado por nuestro grupo reveló que el 60% de las granjas de producción intensiva evaluadas habían sufrido brotes de caudofagia a pesar de que todos los animales tenían las colas cortadas.

Incluso se ha observado que la amputación de la cola hace que los animales con tendencia a la caudofagia muerdan otras partes del cuerpo de sus compañeros de corral.

Es razonable pensar que el mejor método para prevenir la caudofagia debería centrarse en las condiciones ambientales y el espacio disponible por animal, ya que uno de los aspectos más importantes es que los animales puedan expresar su conducta exploratoria de una forma adecuada.

En condiciones intensivas, la presencia de material de enriquecimiento favorece la expresión de dicha conducta y ayuda a prevenir las mordeduras de colas. Para elegir el material adecuado se debe tener en cuenta que cumpla con los siguientes requisitos:

Comestible

Masticable

Manipulable

Destruible

Limpio

Inocuo

Una nueva perspectiva de los alojamientos porcinos 

La percepción pública en relación a algunos aspectos de los sistemas intensivos, como la privación de movimiento, es claramente negativa.

La legislación ya obligó a alojar las cerdas adultas y jóvenes en grupos entre las 4 semanas después de la cubrición y los 7 días anteriores a la fecha prevista del parto. Ahora, el segundo reto que afronta el sector es el desarrollo de maternidades sin jaulas.

El sistema de alojamiento en la fase de maternidad debe conciliar las necesidades de la cerda y del lechón.

En Europa, la mayor parte de las cerdas son confinadas en jaulas desde la semana anterior hasta las tres o cuatro semanas posteriores al parto.

Desde un punto de vista económico, este sistema de alojamiento presenta ventajas como ahorro de espacio y tiempo de manejo, facilidad para mantener elevados niveles de higiene en el corral y un menor riesgo de aplastamiento de lechones.

Sin embargo, distintos estudios han demostrado que las jaulas de maternidad influyen de forma negativa en la fisiología y conducta de parto de la cerda, ocasionando una respuesta de estrés que puede afectar finalmente a la duración de los partos y la viabilidad de los lechones.

Por este motivo, en varios países europeos se están invirtiendo recursos para investigar acerca de sistemas de alojamiento alternativos a las jaulas. Existen modelos de alojamiento que se basan en eliminar la jaula de maternidad y crear dos áreas, una para la cerda y otra de seguridad para los lechones.

En estos modelos, la problemática de la mortalidad neonatal no está totalmente resuelta, especialmente en climas cálidos en los cuales los nidos de protección son menos utilizados por los lechones. Es por ello que también se está trabajando en sistemas de semiconfinamiento.

Considerando que la mortalidad se concentra en los 3-4 días tras el parto, se están testando sistemas en los cuales se mantiene a la cerda en jaula durante este período y después se permite su movimiento libre.

Estos sistemas se han combinado también con la práctica de permitir contacto entre camadas de lechones diferentes.

Algunos resultados sugieren que esta práctica puede reducir el estrés asociado al establecimiento de jerarquías en períodos como el destete o tras el split marketing, disminuyendo las agresiones y, en consecuencia, favoreciendo el crecimiento.

 

¿Cómo evaluamos el Bienestar Animal?

Tradicionalmente, la evaluación del bienestar animal se ha realizado en base a las instalaciones, centrando la atención en aspectos tales como la disponibilidad de alimento y agua, el tipo y dimensión de los corrales u otras estructuras, así como la limpieza e higiene de los habitáculos.

Este enfoque, aun siendo importante, tiene un serio inconveniente desde el punto de vista del bienestar animal, ya que no refleja realmente el estado de los animales, sino que evalúa los factores de riesgo que pueden afectar su bienestar.

El proyecto europeo Welfare Quality cambió el concepto de evaluación del bienestar, centrándolo en la evaluación directa del estado de los animales, no solo de las condiciones en las que se alojan.

 

Tecnificación al servicio del Bienestar Animal

El tercer reto del sector porcino es la tecnificación de las granjas para la evaluación continua y automatizada del bienestar.

Las nuevas técnicas de ganadería de precisión (PLF) permiten la automatización de mediciones en animales y su entorno.

La evaluación continua y a tiempo real de parámetros relevantes de bienestar permite detectar problemas al comienzo de su aparición y utilizar los datos como una importante herramienta de gestión de la granja.

Por ejemplo, la monitorización de algunos comportamientos permite detectar trastornos de salud y bienestar en una etapa muy temprana y, por lo tanto, puede ayudar a tomar medidas correctivas rápidamente o incluso activarlas automáticamente.

El bienestar animal debe considerarse como una oportunidad de negocio, habiéndose incorporado ya por muchas empresas en sus estrategias de mercado.

Aumentar el bienestar mejora la eficacia empresarial, cumple con las expectativas de los consumidores y satisface la demanda del mercado.

El bienestar animal debe pasar de ser considerado como una amenaza, a ser visto como una oportunidad de negocio e incorporarse a la estrategia empresarial. Aumentar el bienestar, mejora la eficacia empresarial, cumple con las expectativas de los consumidores y satisface la demanda del mercado.

Fuente: Revista: Revista porciNews Septiembre 2019